Petalos escritos con sangre
Con este sentimiento de soledad cargado en mi pecho, intento buscar en el viento un mensaje que lleve tu nombre y tu olor. Miro a mí alrededor y solo encuentro rechazo y empatía. Ya no me gusta más este lugar de pesadillas en el que estoy viviendo. Por más que quiero despegar e irme volando de aquí, no puedo, todavía hay algunas cosas, afectos, que me atan a mi “hogar”.
Tomo algunos pétalos de rosa y clavo una aguja en mi dedo, dejando que la esencia de mi cuerpo fluya con paciencia y delicadeza. Te escribo un mensaje en ellos, rezándoles a los antiguos dioses que mis palabras lleguen a tus manos. La inscripción dice así: “Por mas lejos que estés, mi alma no se separa ni un segundo de vos, espero con ansias los días en que podamos estar juntos sin tener que separar nuestros cuerpos, ya que nuestras almas estarán unidas para siempre. Te amo y te adoro, eternamente tuyo y de nadie mas...”