Anden Nro. 11
El reloj marcaba las 18:15, mientras la gigante masa de metal y engranajes comenzaba su recorrido habitual; destino final: La Plata.
Media vuelta dí; la goma de las suelas de mis zapatillas golpeaban contra el duro cemento del anden 11 y pude sentir como los latidos de mi corazón comenzaron a apacigüarse, tal vez al no sentir mas los tuyos, tal vez por la tristeza que me produce ver que te vas.
Emprendía la vuelta al hogar e inevitablemente mis mejillas se empaparon con la humedad de mis lagrimas y el amargo gusto que me queda en el alma por no poder dormir con vos todas las noches.
Otra noche mas pasó en mi vida, otro momento solitario en esa cama sin alma, sin tu cuerpo a mi lado.
Hoy será otra noche de soledad, mirando por mi ventana y buscando una estrella; esperando que sea la misma que marcamos en el horizonte aquella noche de primavera, aquel día inolvidable.
Eternamente enamorado, eternamente encaminado.
FRM